Desde hace años, la crisis lechera ha sido una constante en Colombia. Sin importar el color político, no hay soluciones, hoy los campesinos de todo el país están padeciendo su peor época.
En medio de una creciente crisis lechera que azota a Colombia, el panorama para los productores y consumidores de leche es cada vez más desalentador. La situación, que afecta gravemente a las regiones productoras del país, ha llevado a los campesinos a tomar medidas desesperadas, como botar leche en lugar de venderla, mientras que las empresas y el gobierno parecen aún sin una solución efectiva.
Una de las grandes críticas que se le hace a las grandes empresas que hoy compran la leche cruda a los campesinos colombianos, es que los productos como leches enteras, deslactosadas, en polvo y demás, es que el precio que se está pagando por la leche cruda es realmente injusto llegando a zonas donde el litro de leche puede ser comprado a $ 800 pesos y puesto al público supera los $ 7.000 pesos. ¿En donde se está quedando la ganancia? se preguntan los productores de leche.
También desde el congreso de la república de Colombia, los lecheros han manifestado que al consumidor está llegando grandes cantidades de lácteo suero, un sub producto que no se parece en lo más mínimo a la leche, la cual si aporta nutrientes y vitaminas esenciales.
infobae.com resalta como los campesinos en Santander y Boyacá se encuentran en el foco de la crisis que no tiene precedentes. La falta de demanda y los bajos precios han llevado a muchos productores a desechar su leche, una situación que no solo afecta sus ingresos, sino también su estabilidad económica. Según informes recientes, la leche se está botando en lugar de comercializarse, reflejando un panorama sombrío para la industria lechera colombiana. La situación se ha vuelto tan crítica que los agricultores se encuentran en una encrucijada entre continuar con sus actividades o abandonar la producción.
Sin embargo Alpina una de las grandes empresas de productos lácteos en Colombia responde que contempla planes para mitigar el impacto. No obstante, la eficacia de estos planes ha sido cuestionada. La falta de soluciones concretas y la incapacidad para equilibrar la oferta y la demanda han puesto en entredicho las estrategias adoptadas por la empresa. Mientras Alpina trabaja en sus propuestas, el sector continúa sufriendo, con precios que siguen en picada y una creciente insatisfacción entre los productores. El Colombiano
Preguntamos en la calle a los colombianos si al comprar una bolsa de leche, un yogurt, o cualquier producto lácteo, era consiente que en muchas ocasiones ni siquiera el producto era 100% leche, sino que en varios casos llegaba a penas a un contenido de 20% leche. A lo cual las personas consultadas manifestaron que jamás se habían imaginado un escenario tan perjudicial para su salud y para la economía campesina. Pero que siendo que el lácteo suero es más económico en nada se refleja en el precio final al consumidor.
La sobre oferta de la leche cruda en Bogotá, hace que su precio final también perjudique aún más la situación. Además que el consumo de leche en el país ha disminuido incrementa más la angustia de productores lecheros.
Desde hace años hemos venido denunciando la falta de estrategias suficientes desde el gobierno nacional. Contrabando de leche, insumos agrícolas costosos, falta de seguimiento a la compra de leche cruda baja a precios demasiado bajos y un precio final del producto que no es leche 100% con un valor exagerado.
¿Qué Soluciones se Necesitan?
La situación actual plantea una pregunta crucial: ¿Qué medidas deben tomarse para salvar el sector lechero colombiano? Es imperativo que tanto el gobierno como las empresas del sector se comprometan a implementar soluciones efectivas y sostenibles. Se necesita una acción coordinada para abordar tanto los problemas inmediatos como las deficiencias estructurales que han llevado a esta crisis.
La crisis lechera en Colombia requiere atención urgente y una estrategia integral para restaurar la estabilidad en el sector. Mientras tanto, los productores y consumidores continúan enfrentando las consecuencias de una crisis que parece no tener fin.
Desde el congreso de la república Wilmer Castellanos resalta que se aprueba el proyecto de ley de agroalivios, " Este es un gran paso para aliviar la carga de los campesinos que tengan créditos a través de la línea Finagro en los programas Pran y Fonsa aprox 46500 pequeños y medianos productores , con medidas como:
Condonación de interés corrientes y de mora.
Eliminación de costas judiciales y honorarios para deudores que no han podido cumplir con sus obligaciones.
Suspensión de acciones de cobro y prescripción.
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